Recuerdo emocionado cuando nuestro amigo y arquitecto Juan Seara confió en nosotros para la ejecución de los trabajos de la “Rehabilitación da Casa da Viña”, un inmueble con un sentimiento especial para él y para su familia. Juan comenta a menudo que uno de sus primeros recuerdos de niñez es el recuerdo del olor a racimos de uvas puestos a secar en interminables cuerdas inundando aquel espacio ya entonces en ruinas.
Con más de cien años, y siendo construida como casa de labranza y bodega, siempre fue un lugar mágico, inhabitado, pero increíblemente sugerente, con muros de piedra que ya quisieran muchas fortalezas, simplemente para albergar vino, fruta y algún que otro animal que nos conecta con una época en la que las prioridades eran bien distintas.
La intervención destaca por el respeto sobre la edificación existente. De este modo se materializan las aperturas de huecos de paso en planta baja y planta primera, la aparición de una escalera interior labrada en roca, la ejecución de un núcleo interior para albergar servicios e instalaciones y la apertura de lucernarios en cubierta para mejorar las condiciones de iluminación diurna. El tratamiento interior de muros recupera el encalado original de las estancias, favoreciendo una cierta percepción abstracta de espacios e intensificando los curiosos efectos lumínicos.
A medida que se configuraba el final Juan mostró su intención de presentar este gran trabajo a los premios COAG 2014-2016. De este modo, esta actuación dirigida por el equipo Seara Peleteiro Arquitectos compuesto por Juan y Berta fue presentada en el Colegio el último día del año 2016.
Tras superar la primera preselección en la categoría de rehabilitación, la actuación descrita en estas líneas llega como finalista junto con otras cuatro excelentes ejecuciones.
La resolución de las candidaturas se produce el pasado mes de marzo en el emblemático Teatro Principal de Ourense. El estudio Seara Peleteiro arquitectos resulta galardonado con el premio COAG en la categoría de rehabilitación. Un momento tremendamente sentido y de gran emoción, las lágrimas se intuían en el rostro de Juan. En un intermedio durante el disfrute de esa noche en el Liceo de Orense, Juan me agradecía de corazón nuestra colaboración para llegar a disfrutar de ese momento y ese premio.
Gracias a ti Juan por permitirnos ser partícipes de este gran logro. Berta y tú formáis un equipo excepcional y además de ser excelentes profesionales, sois personas con una bondad fuera de lo común. Es un enorme placer haberos conocido y trabajar con vosotros día a día es un reto que alimenta nuestra ansia por mejorar.