Las últimas tendencias en ciertos sectores apuntan al diseño de espacios diáfanos y volúmenes amplios. Dentro de esta temática se valoran cada vez más los revestimientos continuos. Entre ellos destaca un modelo que día a día gana seguidores, el microcemento.
El microcemento presenta un aspecto con un acabado cementoso de varios milímetros. Visualmente, se observa una superficie continua, sin juntas y con un tono de brillo que depende de la opción deseada.
Aunque a simple vista se observa una textura sencilla, es un elemento extremadamente complejo de ejecutar. Todo material sufre deformaciones debido a las acciones y cambios de temperatura que soporta. Pero los pavimentos son elementos singulares ya que continuamente están expuestos a esta situación y más aún en los casos en los que llevan incorporado una calefacción radiante bajo su superficie. Ello unido al mínimo espesor de esta material, dos o tres milímetros, obliga a tener en cuenta varios aspectos sumamente importantes. En primer lugar, debemos conocer que los materiales pétreos presentan escasa resistencia a las tensiones de tracción y ese es el origen de muchas fisuras en distintos elementos, por ello en el caso del microcemento, se debe dimensionar correctamente el soporte bajo el cual asienta. La dureza de la base debe ser superior a 150 N/mm2, por lo tanto el recrecido ha de estar compuesto por un mortero M-10, sobre el mismo se debe aplicar un autonivelante para garantizar la planeidad y una malla de fibra de vidrio fijada con resina epoxi. Tras el refuerzo se aplicará el producto cementoso y finalmente se protegerá con un barniz en base poliuretano. Este paquete de elementos permite el acabado deseado y el correcto comportamiento frente a las solicitaciones soportadas.
Debido a su naturaleza el acabado final presenta tonos o aguas pero carece de juntas. Las marcas más contrastadas son, Ardex, Fosroc o Sika. Se posee gran variedad de colores siendo el gris cemento el más común.
La dureza de este tipo de pavimento es equiparable al de una tarima, algo más dura que la madera natural y se aconseja encerarlo cada seis meses. En caso de aparición de marcas debidas a desgaste, las mismas se pueden corregir con un lijado y barnizado.
Cabe destacar que este tipo de revestimiento puede utilizarse tanto en paramentos horizontales como verticales. Como muestra la anterior imagen, donde la continuidad del paramento de planta baja se extiende a través de las escaleras a la zona privada de la vivienda.